lunes, 18 de mayo de 2009

Los Elementos curriculares


Una maestra, muy preocupada por la situación en la que se encontraba la institución donde laboraba llegó a la oficina del director, con un montón de papeles a la oficina del director, esta vez estaba segura que se haría escuchar.

-Buenas tardes Licenciado Ramírez- Le dijo la maestra al director de la institución, quien apenas escuchó lo que ella había dicho pues se encontraba sumergido en un rimero de papeles que estaba leyendo y firmando.

-BUENAS TARDES- volvió a decir la maestra en un tono más fuerte.

El director subió la mirada y la vio. -Buenas tardes- le dijo y siguió firmando papeles.

-Necesito hablar con usted- insistió la maestra.

El director en tono de molestia hizo una mueca y volvió a levantar la vista, esta vez tenía toda su atención.

-Mire, yo estoy muy agradecida con esta oportunidad, sé que soy nueva y todo pero me he dado cuenta de algunas cosas que vale la pena mencionar y que creo que mejorarían la situación actual de la institución. Mire, estuve viendo el currículo de la institución y creo que le hacen falta algunas cosas:

Primero: Los objetivos NO describen claramente las actividades de aprendizaje, ni los efectos esperados que se pretenden conseguir en el aprendizaje. Las competencias no son lo suficientemente complejas para integrar las actitudes y capacidades intelectuales y procedimentales que permitan una actuación eficiente en la vida diaria o en el trabajo. Es decir, NO enseñan el ¨saber hacer¨.

Segundo: Considero que los contenidos no fueron bien seleccionados para la educación de los grupos a los que se les imparte. Los saberes No están relacionados con la competencia y por lo tanto no permiten utilizar ni aplicar el contenido para solucionar un problema. Hasta ahora solo se trabaja con saberes conceptuales y no hay que olvidar los procedimentales y los actitudinales.

Tercero: Las metodologías No son las adecuadas para guiar el proyecto didáctico y el proceso de enseñanza-aprendizaje. Y se trabaja mucho con la corriente conductivista, la cual ya no es tan válida y debería ser reformada para utilizar más la constructivista. Las actividades No están orientadas a lo que hace el estudiante, ni son puntuales para ayudar a movilizar los conocimientos que ya poseen. Tampoco tienen coherencia con el proyecto educativo de la institución.


Cuarto: La organización del tiempo NO se encuentra bien organizada ni programada. El calendario académico de la institución y la dosificación NO están relacionados. La infraestructura NO es la adecuada. Las instalacioens, equipos y materiales NO son eficaces y NO estimulan el logro de las competencias previstas. Tampoco hay materiales que ayuden al proceso de enseñanza-aprendizaje.

Quinto: Las evaluaciones NO miden realmente lo que los estudiantes saben. Solo se les pide a los estudiantes que memoricen una serie de datos y esto no garantiza que el estudiante entienda.-

Después de leer todas las hojas que había escrito para prepararse para aquella ocasión, la maestra se quedó callada, esperando que el director le dijera algo. Esperó un momento y le preguntó -¿Qué piensa de lo que le he dicho?-

El director no parecía nada sorprendido por lo que le acababan de decir y le respondió: -Mire, no me ha dicho nada que yo no sepa ya. Todo eso que usted me acaba de decir lo dije yo al Ministerio de Educación desde que inicié mi labor aquí (5 años) y nunca me han querido escuchar. Debemos trabajar con lo que tenemos, y hacer lo mejor que podemos. Ahora no me moleste más, tengo muchos papeles que firmar y usted ya va tarde a clase.-

La maestra, cabizbaja, se retiró de la dirección pero se prometió a ella misma que algún día lograría cambiar aquella situación y que todos los niños tendrían la educación que merecían.

Fuente: http://lucymorales.wordpress.com/